jueves, 16 de abril de 2009

DIOS DE MADERA

Tu gendarme me quiere, se apasiona por mis pasos giratorios en esta farola maloliente, levita dos centímetros por encima del suelo y me adormece con nanas cantadas guturalmente.
Y tú que nunca me invitas a tu cascaron me cortaste la cabeza sin juicio alguno; Timorato asqueroso, eterno y sucio perdedor, te perdiste planificando la huida de este trozo de papel rasgando el pupitre que te regalo un dios de madera.
Deja de mirar penes de chocolate, se derriten con tanta pasión... el mesías se volvió deidad con tanta confusión y tanta sangre malgastada en un water hecho de oro a sus ojos... Ahora el gendarme soy yo y doy vueltas a mi cabeza que ya no esta confusa, esta vacía... Como tu cascaron...

No hay comentarios: