Nadie sabrá exactamente en que momento empecé a rimar las
palabras,
nadie se entusiasmara al recitar uno de mis poemas en alto,
nadie me leerá y llorara
a la vez en el año 2154 en una habitación obscura
intentando pasar por hada,
nadie discutirá cual fue mi verdadero nombre tras mi muerte,
nadie rastreara mi olor perfumado en buscadores del ciberespacio
sideral,
nadie mostrara su ira ante mi locuaz pedantería,
nadie contara a nadie que una vez existía alguien que no
contaba con nadie,
y nadie me obligo a escribir esto para alguien..