Tal vez sea yo el ultimo de la generación de soñadores del
absurdo, buscadores de la nada, de los fines del mundo imposible, de la luz
hecha de escamas gruesas como ramas, de esas que te cruzas y sientes que te
supera y calla, de los que miran para el suelo porque delante nadie fija su
mirada, al que nadie le contó después que pasaba, obsoleto y mágico mis
movimientos te destilaban, cual licor cítrico varado en una playa, sea tal vez
el ultimo que mira el mundo al revés con manos atadas, tu larga cabellera de
monje te separa, con cuentos que instigan tu amnea dedicado todo a mi
sufrimiento en silencio, semblante en la larga distancia de necio, ya no te
alegras de mis habilidades para el desprecio, todas las flores bordadas de mi
manta se marchitaron, y ya no luzco bajo la ventana del pecado.. casi transeúnte
loco sin rumbo marcado.