Pulse el botón para bajar y el ascensor me hizo caso en cada
paso deseado y sin decir nada, se abrieron las puertas y el perfecto día me
salpico el rostro con la primaveral humedad del jardín humeante y vigoroso por
haber inhalado cientos de defecciones de vecinos humillados ante mi presencia..
de luto y sin gafas, saque las llaves del heliocoptero y abrí la puerta del
copiloto, entre y pase encima del freno de mano que como siempre estaba
quitado, saque el bote pastillas y me dispuse a tomar unas cuantas chinchetas
que traspasaron fluidas mi garganta, la membrana pituitaria dormida se
hallaba..
La divise, aparque y me dispuse a drenarla, aunque
acatarrada la neurona madre correteaba descalza por la villa de las marionetas,
cazando una a una con métodos altamente secretos de persuasión.. me gusto lo
que vi, hice una foto instantánea y gramatical y me colgué de mi red
antisocial..
en un paréntesis erróneo abrí comillas y me encontraba un poco sopa así que atraqué en
una plaza portuaria de niños avecren y niñas medio rapadas.. y no veáis que
sabiduría, que porte, que saber estar y que interés infundían desde su
calimocho caliente y sus porros costeados.. por papi y mami.. adiós dije con la
mano como un rey que me sonaba que tanto odiaban.. me tome el Borbón four roses
a toda prisa.
El ultimo lugar era el puzzle de una playa varada de piezas
mal encajadas, de crakens tomando el te en tazas de plata y de pechugas de
pollo mal sazonadas, intente no pisar el rio de lava que surcaba los baldosines
de cerámica blanca.. para escuchar de pronto una atronadora trompeta.. la
jodida alarma!! Y levantarme de la cama.